Mi historia
Hay frases con las que te tropiezas en un libro y te bañan de realidad. Como esos espejos rotos de algunos bares que dividen tu rostro en varios, multiplicando así todo lo que no quieres ver de ti. No hay nada más descarnado que verte con esa realidad cara a cara. Sobre todo si desde que tienes uso de razón amas la libertad.
Me llamo Othman Ammar. Nací en Marruecos, en Sidi Allal El Bahraoui, un pueblo de la provincia de Khémisset, Rabat, Salé y Kénitra. Allí residí hasta los nueve años, cuando mi padre logró traernos a España a mi madre, a mi hermano menor y a mí. Echamos raíces en Fuensalida (Toledo), aunque tardaron en agarrar al suelo. Emigrar no es un camino llano. Pero no hay mejor semilla que la ilusión. Siempre tuve inquietud por el cine, desde mi infancia en Marruecos, tierra de estrellas. Me fascinaba la realidad que se creaba en una pantalla. Me imaginaba estar en la piel de cada personaje, en sentir lo que su corazón sentía. Y decidí sumergirme en el mundo de la interpretación, que para mí es un lugar donde encontrar la libertad.
Estudié en la escuela de Cristina Rota compaginándolo con el Estudio Landén. Finalmente decidí seguir mi formación en el Estudio Work in Progress, del director y dramaturgo Darío Facal. También aprendí con Fernando Piernas, Marga Rodríguez, recibí formación en el Método Meisner, Strasberg, en expresión corporal y en manejo de armas en el cine.
He representado una adaptación de Romeo y Julieta y sueño de una noche de verano dirigidas por Pape Pérez. He protagonizado un corto profesional “Hassan”, dos cortos universitarios y un videoclip.
Y aquí sigo, persiguiendo retos que afrontar y sueños por cumplir. Porque quizás la vida sea esto.
